Pese a ser vecino del Salvaguardia y para mí, tener todavía mejores vistas aquí no sube ni el «tato», así somos los montañeros.
Este pico tiene dos partes completamente diferenciadas y bien distintas. La primera y seguro que conocida por todos es la que sube al Portillón de Benasque a 2.444 metros y paso fronterizo con Francia.
Una vez allí, perdemos un poco de altitud (unos 50 metros), salvando la cresta y nos dirigimos hacia la izquierda, al lado contrario que si nos dirigimos al Salvaguardia.
Continuamos hasta el cono de deyección de un evidente corredor
Se trata de un corredor empinado y estrecho con algo de piedra suelta que hay que subir con cuidado pero sin otra dificultad que un bloque empotrado que se supera cómodamente (50 metros)
Este nos deposita en un collado—brecha (2500m.)
En la brecha encontramos los primeros hitos de piedras que nos van a guiar en una ladera amplia y con opciones y en la que habrá que emplear bastante las manos, sobre todo en la parte superior que se avanza por una arista y en la que aparecen un par de tramos bastante verticales (III). La arista se arrellana tras el muro final que se faldea parcialmente por el sur y que nos deposita en la Cima del Pico de la Mina ( 2.708 m ).