Ángel Luis Salamanca (Madrid 1980) tuvo su primer encuentro con la montaña a los 10 años. Desde entonces no se ha bajado de ella, creciendo por el camino a pasos agigantados. Ganador de varios premios nacionales de montaña de gran prestigio. Tiene en su curriculum aperturas por vías de dificultad impresionantes, entre ellas, a un seis mil virgen en el Himalaya.
Este polifacético Madrileño residente en Boltaña, que a pesar de ser un pedazo de “bicho” en la montaña y haber hecho actividades de gran repercusión, sigue con los pies en la tierra siendo humilde, cercano y disfrutando de su familia y amigos todo lo que puede.
Deportista patrocinado por Rab, Lowe Alpine, Camp-Cassin, Totem Cams, Julbo y Kayland.
Entrevista a Ángel Luis Salamanca
¿Cómo y cuándo fue tu primer contacto con el mundo de la montaña?
Sobre los 10 años, en la sierra de Guadarrama, en Madrid. El profesor Angel, que nos daba Historia, nunca se me olvidara esa excursión. Nos subió al pico Peñalara y luego por la cresta de los Claveles y pasamos el día en los ibones. Fue guapísimo y una experiencia que ya te digo, nunca se me olvidara.
¿En qué piensas cuando estás haciendo una nueva apertura?
La verdad que lo que me gusta de las aperturas es primero, buscar información, esa sensación es como si fueses un detective. Miras la zona, una línea nueva, luego esperas tiempo para ver las condiciones como son en las diferentes estaciones del año, y cuando crees que lo tienes todo atado, empieza el siguiente trabajo, que es meterte y tirar para arriba. Ahí está la sensación de que ningún humano ha pasado por ahí, todo nuevo y se convierte como un videjuego, pasando pantallas, que son los inconvenientes que te vas encontrando en la apertura. Pones en juego todo lo que sabes. Antes no has podido ver interntet para ver dónde está el paso clave y nada de eso, es aventura pura. Eso, claro, en alpinismo, en roca la verdad que ves una línea y te pones a subir como sea, para luego dejarla lo mejor posible para el que la quiera repetir.
¿Algún miedo a superar?
En las cosas de la montaña, me dejo llevar bastante, pero lo que más, puede ser las avalanchas. En mi vida, las guerras, sobre todo si nos pilla a mi familia y a mí en una. Salimos por patas de donde estemos.
Un sueño por cumplir:
No me pongo ningún sueño en concreto, no gasto esa energía. Me pongo pequeños objetivos y me lio a ellos. Eso de un sueño….no me mola.
¿Tu mejor y peor experiencia en montaña?
La mejor cada vez que subo con gente con la que estoy a gusto, porque si no estoy a gusto, ni voy con ellos. La peor experiencia es en mi trabajo. Es un deporte que practico y veo muchos accidentes fatales y además por tonterías, que nos puede pasar a cualquiera. Por ahora me ha pasado algunas movidas chungas en la montaña, pero ninguna ha sido la peor.
¿Alguna superstición?
Más que superstición, es manía. Cuando me calzo, siempre me pongo primero la del pie derecho.
¿Botas, zapatilla o pies de gato?
Me gustan las tres, cada cosa para lo suyo. No me voy a ir, a subir una pedrera con zapatillas o pies de gato ni voy a ir a una excursión por terreno verde con botas, porque no me hacen falta. Cada una tiene su función y yo me las pongo en cada caso, no soy de los que van siempre en zapatillas, menudos golpes me he pegado en los tobillos por piedras.
Cuando no estás en el monte. ¿Qué haces?
Con la familia y todo el tiempo que pueda. De vez en cuando salgo a hacer algo con algún colega, fuera del horario de trabajo, a hacer alguna actividad que no puedo en el trabajo, por ser más difícil o estar fuera de España.
Tu peli y tu libro favorito.
Pues no te voy a decir ninguno relacionado con la montaña, intento no fliparme viendo pelis y leyendo libros ya que intento tener un equilibrio en eso. Me gustan mucho los libros de Noa Gordon o Jorge Bucay. Las pelis me gustan la de los años ochenta, las que veía de pequeño, tipo Rambo, Conan y las de policías, me gustan mucho las bandas sonoras ochenteras.
¿Boltaña o Chamonix?
Boltaña, porque esta mi familia, amigos y sobre todo porque es más tranquilo y barato, jejejeje. Chamonix no está lejos, cuando tengo ganas de ir, me monto en el coche y ya está. Además no me gusta mucho el turismo. Soy del centro y me vine aquí arriba por que no me gusta estar rodeado de mucha gente. Chamonix es un hervidero de turistas y eso me extresa.