Una de las carreras más impresionantes que se pueden hacer en el Pirineo.
El Grand Trail de Vignemale volvía al calendario 3 años después de la última edición con un recorrido espectacular, coronado en la mismísima cima del Vignemale y con una gran acumulación de nieve a partir de la cota 2600 lo que hacía especialmente importante la seguridad en carrera.
El viernes recogida de dorsal y un pequeño taller de seguridad en cordada en la plaza de Cauterets y a dormir pronto ya que el sábado a las 6:30 se daba la salida de la carrera. Casi 700 personas partimos desde Cauterets de los cuales casi 300 abandonos motivados en gran medida por unos cortes horarios quizás demasiado estrictos.
Primeros kilómetros muy rápidos hasta llegar a la zona del Post d’Espagne con sus espectaculares cascadas, este año especialmente caudalosas por el deshielo. Desde pont d’Espagne el sendero se vuelve más técnico y pendiente aunque el ritmo de carrera se mantiene alto, pasamos por lagos espectaculares como el Lac de Gaube y rápidamente al llegar al refugio de Oulettes nos encontramos de frente con el circo en el que presenciamos la cima del Vignemale.
Avituallamiento rápido en el refugio y empezamos una fuerte subida hacia la Orquette d’Ossoau, a mitad subida aproximadamente empieza a abundar la nieve y esto nos obliga a ir asegurador por las cuerdas fijas que ha montado la organización ya que una caída por el severo sería muy peligrosa. En la Orquette ya vemos el refugio de Bayselance donde está el próximo avituallamiento.
A partir de Bayselance empieza la zona de más difícil progresión de la carrera, por todo el glaciar del Vignemale y con un desnivel importante que salvar en pocos km. Se hace indispensable la ayuda de los bastiones para progresar aunque al estar la nieve blanda no hace falta calzarse crayones. Poco a poco alcanzamos la base de la última pared que da acceso a la cima donde también hay dispuestas cuerdas finas para la subida y bajada, mucho tapón en este punto un tanto peligroso por la cantidad de gente y la caída de piedras. En unos minutos alcanzamos la cima del Vignemale (3398 m.), los paisajes en cima son de quitar la respiración.
la zona de más difícil progresión de la carrera discurre por todo el glaciar del Vignemale
Descenso otra vez por las cuerdas fijas, y al llegar a la nieve descenso rapidísimo por el glaciar en muchos trozos modo ‘culo al suelo y tobogán’, hasta llegar otra vez al refugio de Bayselance. Desde allí subimos unos metros hasta el collado de Labas a 2700 m. otra vez por cuerdas fijas. Desde el collado por el lado de bajado hay una gran acumulación de nieve lo que hace el descenso hasta 2300 m. Aproximadamente muy muy rápido en modo tobogán, desde esa cota se abren los senderos y el ritmo se ralentiza hasta llegar al refugio de Estom, los valles y lagos que descendemos son impresionantes.
Desde Estom queda un trozo de senda un poco más técnica hasta la caseta de la Fruitere, desde allí la senda es mucho más fácil de correr y el descenso final a Cauterets es muy rápido y agradecido. Finalmente consigo bajar de 8 horas que era el objetivo y súper contento de haber disfrutado de este carretón y de haber pasado por los increíbles paisajes de este rincón del Pirineo, que aunque tenemos relativamente cerca (el linea recta) la dificultad de acceso en coche hace que sea un gran desconocido para nosotros.
Pau Jordan