Para los adictos al búlder (Adaptación del inglés boulder) el nombre de John Gill les sonará y mucho. Él fue el primero en visionarlo como una actividad gimnástica, el primero en emplear intencionadamente la técnica dinámica, y el primero en usar magnesio para secar las manos. Una auténtica leyenda con unas contribuciones de tal magnitud que ha llegado a ser el protagonista de una biografía, Master of Rock, en la que hay dos ediciones ( La del 77 que se centra en la escalada en bloque y la del 92 que se centra más en su vida y otras escaladas).
John Gill comenzó a escalar en Alabama, en 1953. Estaba en las categorías junior de la High School cuando sus compañeros le introdujeron en el mundo de la escalada. Muchos de sus conocimientos en ella vienen del “AAC´s Handbook of American Mountaineering”, y de las entradas de Montañismo de la Enciclopedia Británica. En un número reciente había una foto de un guía de montaña con unas impresionantes botas, que escalaba una pared de un modo bastante expuesto. La foto quedó grabada en su memoria, y generó en él un interés inicial por la escalada con cuerdas. De esa manera quedó enganchado a esta actividad.
“Era algo asombroso. Me sentía como si hubiera estado atrapado toda mi vida, y de repente estaba escalando todas aquellas rocas…la sensación de escalar era algo maravilloso”, – dice Gill. – “En aquel momento, el concepto de dificultad no tenía ningún sentido para mi. Todo era duro, y cualquier cosa parecía terriblemente peligrosa, pero también tremendamente excitante y aventurada, un estilo de vida que nunca había experimentado”
-En el colegio Gill recibió un curso de gimnasia deportiva. Sus 1,88 metros de estatura eran inapropiados para las acrobacias, así que decidió centrarse en la escalada con cuerda y a las anillas.
Ascendiendo la típica cuerda de casi 4cm de grosor de los gimnasios, Gill desarrolló un increíble y explosivo potencial en su tren superior. Sin ayuda de los pies, y desde la posición de sentado, podía ascender por ella hasta 7 metros en tan solo 3,4 segundos(¡a solo 0,6 segundos del record mundial!). Aun hoy es algo impresionante. Las anillas le ayudaron a desarrollar mucho la zona muscular de los hombros. Podía hacer un “cristo” invertido, y le gustaba mucho hacer la “mariposa”, que suponía una flexión, cual aleteo, con ambos brazos abiertos a 180 grados, desde la posición de colgado total de las anillas y hasta juntar las manos con las caderas, para llevar las piernas al perfil de L. De estos ejercicios podía hacer dos seguidos.
-Desde mediados a finales de los años 50 la progresión, en escalada, se solía hacer con la teoría de los tres puntos siempre fijos a la roca. Los movimientos dinámicos eran considerados como un execrable ejemplo de carencia técnica, algo que solo hacían escaladores desesperados que habían perdido el control.
En esa época Gill estaba tan interesado en la escalada como en la gimnasia. Observó los estándares de escalada de la época y se dio cuenta de que los dos deportes eran muy similares. Vio que… “Podría haber un gran progreso para aumentar la dificultad del libre, concentrándose en escalar bloques”, y fue el primero en ver los bloques como si fueran otros aparatos de gimnasia más.
-Los primeros bloques a los que se acercó con esta mentalidad fueron tres pequeños trozos de granito cercanos a Jenny Lake, en los montes Tetons. Durante 1957 y 1958, propuso problemas, en esta zona, con movimientos de una dificultad muy superior a la de cualquier escalada hecha con cuerdas en aquella época. En 1959, propuso un brillante resalte en la cara este de Red Cross Rock, que sería el primer dinámico de la historia del boulder.
-Su trayectoria haciendo bloque puede dividirse en tres fases: la primera, entre 1957 y 1961; la segunda entre 1961 y 1970; y la tercera entre 1970 y 1987. Durante todo este tiempo escaló sin tener en cuenta las normas de la comunidad escaladora, siguió su camino a su antojo, y lo hizo en el estilo que mayor satisfacción le produjera a cada momento. Siguió lo que él llamó: El Sendero Vertical.
-Durante su primer período, Gill estuvo más interesado en la dificultad que en el estilo. No solo experimentó con la técnica dinámica, sino que comenzó a practicar la meditación Zen y los ejercicios de relajación para incrementar su rendimiento. En esta época fue cuando realizó la mayoría sus aperturas en los Montes Tetons, en las agujas de Black Hills, en Devil´s Lake y en el Mid South. Experimentó con diferentes estilos, retuvo lo que le funcionó, y descartó el resto. Además fue ahora cuando comenzó a usar el magnesio de la gimnasia sus escaladas. También en este período fue cuando realizó un maceado en una de sus rutas, para agrandar un agarre minúsculo.
“Eso ocurrió en Devil´s Lake en 1959, y la única excusa posible estaba implícita en la potencialidad de aquel problema, algo tan mezquino y sin ética como sería hacerlo hoy. De haberme contenido, y haber regresado al problema en un momento más feliz, sin duda lo habría logrado sacar sin macear”. Haciendo aquello, la escalada no iría por buen camino, así que Gill no volvió a cometer aquel error.
-Gill piensa que el boulder es un deporte que se practica mejor en soledad, a pesar de que, habitualmente, el lo practicaba con más gente. Dos importantes compañeros de la la primera época fueron Yvon Chouinard y Rich Goldstone. Observando a Chouinard, pudo percatarse de que siempre existen varias maneras de resolver problemas de bloque. Gill le sacaba dos cabezas, y muy raramente usaban las mismas secuencias.Goldstone, en palabras del propio Gill, “era muy fluido y elegante”, y se tomaba mucho más en serio el bloque en aquella época, que muchos otros compañeros que tuvo.
-Gill iba en busca de bloques que el viera apropiados para sus especiales habilidades físicas. También buscaba bloques que fueran físicamente agradables. Desplomes y resaltes abruptos se adaptaban bien a sus largos y poderosos movimientos. Sin embargo, como no tenía mal juego de pies, también podía conquistar placas duras, cuando era necesario.
-Durante esta primera fase se generó una buena reputación. Muchos colegas estaban realmente impresionados por la dificultad de sus bloques, y él era el único que podía resolver la gran mayoría de ellos. Otros le desestimaban calificándole como “simple bloquero”, y, otros, creían que era un tío raro que derrochaba su talento en piedras tan pequeñas como un montón de alubias. Sin embargo, Gill raramente se preocupaba de las expectativas de los demás. No obstante, en el libro Master of Rock (1977), dijo:
“Me sentía en la necesidad de producir algo, de hacer algo realmente substancial”
–John Gill llegó a obsesionarse con una aguja de solo nueve metros de altura, de las Needles de Dakota del Sur. Llamada The Timble (el dedal), su textura cristalosa, de orientación noreste, desplomaba en toda su longitud. El movimiento clave estaba más arriba de la mitad. Unido a lo temeroso y psicológico del bloque, existía una pequeña valla de madera a los pies, contra la que caerse en los intentos. De haber caído en los dos primeros tercios de la escalada, Gill se habría hecho polvo contra ella. Mas arriba el daño estaba asegurado, pero por la altura. Tres o cuatro veces viajó los casi 800km que le separaban de la Base Aérea de Montana en la que residía, para dar pegues a este bloque. Debido al riesgo que implicaba, para este proyecto necesitó mayor preparación que para ningún otro. Entrenó duro para ello, y llegaba a hacer hasta tres dominadas seguidas, de un solo brazo, del estrecho marco de una puerta.
-Finalmente, la primavera de 1961, consiguió pinzar a gusto todos aquellos frágiles agarres y controló todas las puertas hasta llegar a la cumbre del “Dedal”. Desde entonces, este se transformaría en uno de los bloques altos más desafiantes del mundo. Pasarían décadas hasta que viese una repetición sin cuerda. Y para entonces, la valla de madera de la base, ya llevaba bastante tiempo desaparecida. Esta ascensión de Gill realzó su reputación hasta nuevas cotas y silenció las todas las críticas. Nadie que intentase repetir, o que tan si quiera observase, el trazado del “Dedal”, podría atreverse a llamarle “simple bloquero”.
-Muchos de los mejores bloqueros consideran The Thimble como uno de los problemas resueltos con mayor inspiración de toda América. En palabras de Gill:
“The Thimble, para mi, no es realmente un problema de bloque. Es quizá demasiado alto y peligroso. No recuerdo hacer movimientos dinámicos en él. Para mí, el auténtico bloque debe ser dinámico. Siempre consideraré que algo que implique movimientos estáticos, no importa de que grado de dureza, es una micro escalada, incluso aunque esté en un bloque”
-La definición de boulder de Gill hace hincapié en el mínimo riesgo, los movimientos dinámicos, y la gran dificultad técnica, de B1 para arriba. De todo esto, The Thimblesolo tiene lo último (si se usa la graduación B de los años 60).
-Esta ascensión marcó el final de la primera etapa en su carrrera. Al año siguiente estaría fuera de las fuerzas aéreas, casado, y residiendo en Alabama para cursar un master en matemáticas. La segunda fase de su bagaje bloquero tuvo lugar durante un momento en el que su familia y su carrera ocupaban gran parte de su tiempo libre. No obstante, el boulder supuso una importante vía de escape durante estos nueve años.
-Cuando salía a escalar olvidaba sus problemas, se concentraba en la sensación física de la escalada y en la belleza del entrono natural. De un estado de privación de goce para los sentidos, como era estar estudiando para su graduación, se derivó una nueva situación de aumento de conciencia, al escapar a hacer bloque. El cielo parecía más azul, y los cantos de la roca mucho más agudos y definidos. Durante esta etapa, el estilo cobró importancia para Gill.
-De Alabama se movió a Murria, Kentucky, donde fue profesor de matemáticas, y escaló de manera muy extensiva por la zona de Dixon Springs, al sur de Illinois. En 1967 se desplazó a vivir a Fort Collins, Colordo, a cursar el doctorado en matemáticas, en la Universidad. Allí se encontró con otro escalador-gimnasta, Rich Borgman. Gill le aficionó al bloque, y juntos comenzaron a explorar la Reserva de Horsetooth.
-Gill propuso, y abrió, los problemas más famosos de toda esta zona. Mental Block y Eliminator son algunos de los sectores más famosos a nivel mundial. Tres de los problemas clásicos de Mental Block: Corner Lock, Standard y los Pinch, fueron todos abiertos en el primer día de visita. Fueron probados en top-rope, ya que la caída era bastante seria. Con el paso de los años, los escaladores fueron retirando la mayoría de las piedras del tamaño de televisores que originariamente estorbaban en la base. Aun así, muchos siguen optando, actualmente, por hacerlos en tope.
-Como Gill se tomaba muy en serio el bloque, le resultaba difícil obtener compañeros, y para dirigir la atención de los escaladores hacia sus problemas, se dedicó a pintar flechas de 5cm en estos sectores.
“-Quería que la cosa creciera. Quería tener acompañantes interesados como yo en el tema”, -dijo Gill a Chris Jones en 1979, “-Era la única manera de tener a los escaladores punteros atentos. Darles una clasificación. Por supuesto es algo que no he vuelto a hacer”.
-Cuando se le dijo que otros escaladores habían marcado con las mismas flechas los nuevos problemas abiertos en la zona, soltó una sonrisa de preocupación.
–Horsetooh no fue la única área norteña de colorado que vio blocar a Gill. En Estes Park escaló en los bloques de Hagermeister, así como en Lumpy Ridge, y en los aislados bloques del Parque Nacional de las Montañas Rocosas. Split Rocks, Flagstaff Mountain y Eldorado Canyon también fueron pateados por sus cletas. En este momento fue cuando conoció a Pat Ament, un escalador-gimnasta de la localidad californiana de Boulder, que comenzaría a ser su compañero habitual, y eventualmente su biógrafo, además de su amigo para toda su vida.
-Gill afirma que sus virtudes gimnásticas iban en disminución, mediada la década de los 60, pero su fuerza, aun seguía siendo fenomenal. Desarrolló una habilidad sorprendente para sostener con facilidad su cuerpo paralelo al suelo, en bloqueo, y de un solo brazo (“palanca frontal”). Era capaz de hacerse siete flexiones consecutivas de su brazo derecho, y seis con el izquierdo. Podía hacer una completa, de un solo dedo de cualquiera de las dos manos. Pero lo que era verdaderamente sorprendente era verle hacerlas de agarres en pinza bastante ásperos y deformes. Para muchos bloqueros, repetir los trucos de fuerza de Gill suponen una meta similar a la de repetir sus bloques. En el artículo “El Arte del Bloque”, publicado en 1969 en el American Alpine Journal , Gill dice:
– Los ejercicios básicos para el torso incluyen la “palanca frontal” de dos brazos, las dominadas de un solo brazo, y el mantel de una sola mano. Otros convenientes son la “butterfly mount” (mariposa), en las anillas, y la palanca frontal de un solo brazo. El que se quiera dedicar bien a esto debe hacer dominadas de agarres en regletas de diferentes grosores, y también dominadas de las puntas de los dedos, de una sola mano, sobre los marcos de puertas y en barras”, -pero más adelante comenta: “-La habilidad para hacer todos estos ejercicios no es absolutamente esencial para el boulder. Usarlos pule y hace más delicada y estilizada la escalada de uno. Muchos de los bloques más dolorosos demandan muchos esfuerzos de esta naturaleza”
Os dejamos un video con ejercicios de John Gill:
-Sus trucos de fuerza, unidos a la falta de repeticiones en muchos de sus bloques más duros, aumentaron su reputación y, quizá, intimidaron a muchos que pensaban que elboulder era algo casi imposible para los mortales.
-Para explicar su estilo de escalada a otros, Gill escribió numerosos ensayos. En “The Art Of Bouldering” define su juego. Llama al boulder como: “[…]básicamente es una escalada de un largo, con movimientos acentuados de gran dificultad”, además promulgó la filosofía de que “[…]el bloquero está preocupado por el estilo además de por lograr encadenar, y no piensa que lo ha conseguido hasta que realmente lo ha hecho elegantemente o como se debe”
-En aquel momento presentó el sistema de graduación B. B1 (que significaba 5.10, de movimientos en libre de 1969, el mayor grado estándar en escalada con cuerdas de entonces), era el punto en el que él notaba el corte entre practicar escalada y pretender hacer bloque. Habla de movimientos dinámicos y es, probablemente, el primero en usar la palabra “punto cero”, en conjunción con la escalada.
-El libro “The Art Of Bouldering” presenta el bloque como un pasatiempo gimnástico. Uno puede considerar que los ensayos escritos por Gill habrían definido este deporte para las generaciones venideras, a la manera de su supremo practicante. Los escritos de Gill han sido a veces calificados como “tan densos y recónditos, como sus exámenes de matemáticas”
-Muchos escaladores se han empantanado en su forma de escribir, perdiendo el hilo de sus ideas. Para muchos practicantes, lo que definió de verdad este deporte no son sus escritos sino sus problemas de bloque. Muchos mirarían a una de sus rutas, o alguna foto suya escalando, y dirían: “esto es boulder”. Se trató de repetir sus propuestas, incluso de abrir nuevos bloques a un nivel parecido, y, algunos, seguro que igual de preocupados que él por el estilo y la elegancia.
–En 1970 Gill sufría grandes dolores y no pudo escalar en todo el año. De este modo finalizo la segunda etapa en su carrera bloquera. Cuando regreso a la escalada apenas podía hacer cuatro dominadas seguidas, ni a dos manos. No estuvo muy seguro de si deseaba seguir haciendo bloque. Se estaba haciendo demasiado popular para él.Colorado estaba entrando en su época de máximo apogeo en boulder, con muchos bloqueros muy fuertes y concienciados. La competencia entre ellos era muy fuerte y creció la obsesión conjunta por la dificultad. Gill no vio con buenos ojos esta obsesión, de mentes simples, por la dificultad, y aquello le pareció algo insano:
“-Que cosa menos placentera, como el propio ego. La escalada, en su faceta más superficial y externa, ha llegado a ser obsesiva con su propia imagen, y necesita de una continua reafirmación en los espejos de la dificultad y el peligro”.
-Lo que parece lo primordial en el bloque: la dificultad, es tan solo un aspecto más de este deporte. Muchos escaladores de bloque persiguen la dificultad por encima de todo lo demás, al tiempo que ésta es recompensada con el reconocimiento de la comunidad escaladora.
-Gill notaba que el alma o sentido más integro e interno del bloque tenía mucho más que ofrecer, pero para que uno pudiera conseguirlo, se tenía que divorciar a si mismo de la competición.
-Entonces se fue a vivir a Pueblo, para dar clases de matemáticas en la Universidad del Sur de Colorado. Esto le permitió un distanciamiento de la escena de la escalada.
-En los pequeños resaltes de arenisca de la zona oeste de Dakota, escaló en soledad. Pulió al máximo los movimientos de sus bloques hasta realizarlos con el menor esfuerzo posible. Logró una sensación de ligereza enorme, ese fluir anhelado por los gimnastas. Esos estados de conciencia kinestésica logrados, fueron de gran importancia para él.
–En 1976 Pat Ament hizó una película en blanco y negro de Gill escalando en los alrededores de Pueblo. Llamada “The Silent Climber”, mostraba su suavidad y poderío. En alguna toma se le ve saliendo del suelo para empezar algunos bloques, ya fuera para asirse mejor en los agarres o para enlazar mejor con los siguientes movimientos. La sensación que transmiten las imágenes es de que fuese remolcado con un globo de helio invisible.
-El estado de conciencia kinestésica es algo a lo que Gill no podía llegar normalmente, cuando escalaba con más gente.
“Siempre he detestado la cantidad de energía extra que obtienes de tener espectadores”, dice Gill, “Ya sea a tu lado del espectro (o sea, esperando a que lo logres), o en el otro (esperando que falles)”.
-No obstante él no siempre podía estar solo en Pueblo. Los escaladores de la zona le buscaban, para probar sus trucos en presencia del Master Of Rock. Gill se sentía cual pistolero del oeste retado a duelos con jóvenes “cracks” engreídos. Son abundantes las historias de escaladores reventados por los problemas de bloque de Gill, con él sonriendo socarronamente al ver sus fracasos. En el libro “The Puming Sandstone”,John Long lo cuenta así: “Me recordaba a una película antigua que tengo, de Mohammed Ali observando a unos principiantes boxear”.
-Algunos pensarán que, después de todo lo que Gill criticaba la competición, no caería en la tentación de ganar todas esas afrentas con los jóvenes, pero Gill admite:
“ -Por supuesto, yo no estaba más allá de la configuración normal de las emociones humanas”. – La competencia existente seguro que le llevó (con treinta y muchos años, e incluso durante sus 40s) a abrir algunas de sus durísimas propuestas de bloque de Pueblo. Le gustaba la idea de lograr un bloque irrepetible, un B3, pero dijo: “-[…]después de muchos años me he dado cuenta de que no existen problemas de ese tipo”
-Muchas de las exploraciones de Gill en Pueblo fueron llevadas a cabo en compañía de su colega Warren Banks, quién le introdujo en la lectura de Carlos Castaneda. Al principio, Gill se mostraba escéptico; los escritos de Castaneda estaban relacionados en aquel momento con la cultura de las drogas, y Gill no tenía ningún interés en adentrarse en aquel mundo. Banks le convenció de que en el mundo que dibujaba Castaneda había algo más que alucinaciones inducidas por las drogas. Finalmente le fascinaron estos libros, y pronto, siguió las instrucciones de Castaneda, y fue capaz de provocarse un estado de ensoñación, despierto y consciente, y sin drogas.Durante seis o siete años experimentó con este alterado estado de conciencia, incluso mientras escalaba bloques y rutas largas (pero fáciles) en solitario. Por momentos, decía sentirse físicamente entrelazado con las rocas, mientras escalaba.
–En 1987, a la edad de 50 años, la tercera etapa en su carrera bloquera, terminó repentinamente en un bloque de granito, de las montañas del oeste de Pueblo. Después de hacer un severo lanzamiento a un agarre, con su mano derecha, su mano y pie izquierdo se despegaron de la roca. Pensó que escuchaba su camiseta desgarrarse, pero, rápidamente, notó un bajón considerable en sus fuerzas en su brazo derecho. El tendón de su bíceps se había roto, por la unión con el codo. El músculo se recogió hacia arriba como la persiana de una ventana, y formó una especie de gajo de pomelo gigante a la altura del hombro. Entonces cayó al suelo y tranquilamente exclamó: “Se me ha salido el bíceps”. El tendón fue recolocado quirúrgicamente, y un año y medio después ya pudo hacerse una dominada colgado de ese brazo. Sin embargo, la posibilidad de una nueva lesión en la zona, le acabó convenciendo para retirarse del duro bloque dinámico.
-Aunque era conocido por su dedicación al bloque, Gill también disfrutaba en escaladas más largas. En 1994 escribió:
“Desde hace por lo menos cuarenta años, cuando trepé en solitario la cara este delLong´s Peak, vengo escalando en solitario rutas normales, muchas veces como necesario balance ante la enervante experiencia de pasarse dos horas seguidas dando pegues a un bloque, sin poder despegar ambos pies del suelo; y a veces como alivio al dolor físico que provoca el esfuerzo al límite. Continúo haciendo este tipo de escalada. Una mezcla de exploración cauta y abandono despreocupado”.
-Muchas de estas escaladas eran en rocas y paredes vírgenes. A veces implicaba largas escaladas en solo y sin cuerda, normalmente en torres y domos fáciles, pero que a veces se desviaban a terreno de mayor dificultad cuando el terreno así lo requería. De esta manera podía encontrarse a si mismo en pasos de 5.9 ( V+ ), a 150m del suelo, solo por que creía que era el mejor trazado de ascenso. Una vez más, Gill se salí de los modos habituales de escalada, para ir en busca de los que cuadraban mejor consigo mismo, en busca de su propio “sendero vertical”.